Y termina un nuevo año... y con él un gran trabajo realizado, tanto como escritor como persona. Y el que viene no va a ser menos. Tengo muchos proyectos y esperanzas depositados en el 2009. Nuevas aventuras, nuevos relatos, nuevos experimentos y, seguro, nuevas sorpresas. En este nuevo año tampoco dejaré de hacer lo que más me inspira: viajar y ver mundo. Y, por supuesto, estar con todos vosotros.
Mirando hacia atrás, este ha sido un año escaso en relatos pero grandioso en resultados. He conseguido perfeccionar aún más mi estilo con "Los domingos son misántropos" y he sorprendido con nuevos estilos con "Treze exempla". Ahora, me siento incitado a decir, forman parte de mi vida más que ningun otro. No hay día en el que piense en ellos y los sienta como algo muy personal, como una declaración universal de mí mismo. Pero aún queda mucho camino que recorrer y mucho que mejorar...
De momento, ya he terminado algunas de mis tareas más urgentes y, después de dos meses casi de inactividad, no tardaré en volver a coger la pluma.
Ocurrió donde nunca pasa nada: relatos de la vida rural en Estados Unidos.
Parte 1: Crímenes
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A lo largo del casi inabarcable territorio de Estados Unidos (rozando el
atributo de continente) existen mil historias que han contribuido a generar
la pe...
Hace 9 años
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